Puedes ser una de esas personas que se irrita con este estilo de música y nada más. Cuando tomas el ascensor en un hotel, cuando entras en una tienda departamental o en las tiendas, no puedes escapar … ¡y eso es algo bueno!
De hecho, está científicamente comprobado que este tipo de música tiene un efecto positivo en nuestro sistema inmunológico. Estimula la producción de inmunoglobina A, un anticuerpo esencial para nuestra inmunidad que tiene otra ventaja: se mide muy fácilmente, gracias a una simple muestra de saliva.
Estos dos profesores de psicología de la Universidad de Pensilvania sometieron a un panel de estudiantes a varios experimentos: el primer grupo escuchó música de fondo durante 30 minutos y les explicó los efectos fisiológicos que podría tener en sus cuerpos; el segundo grupo de estudiantes simplemente escuchó la música, pero esta vez en la radio y sin explicación. Otro grupo se quedó en silencio y el último grupo escuchó sonidos discordantes.
Resultado: la inmunoglobina A del 1er grupo, la que tenía derecho a la música de ascensor con explicaciones, aumentó en un 14%. Se incrementó en un 7% para el segundo grupo, que escuchó la radio.
Pero para los dos últimos grupos, la inmunoglobina disminuyó: un 9% menos para el grupo inmerso en el silencio y casi un 20% para los que escucharon los sonidos disonantes. En resumen: la música del ascensor puede curar resfriados o prevenir enfermedades.
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