Nuevo biomarcador de resonancia magnética para detectar la forma progresiva de la esclerosis múltiple – Mr. Codigo
Investigadores del Hospital Universitario de Bellvitge han realizado un importante descubrimiento que podría revolucionar el diagnóstico y tratamiento de la esclerosis múltiple. Han encontrado un nuevo biomarcador de resonancia magnética que permite detectar de forma temprana el foco de inflamación cerebral crónica asociado a la forma progresiva de la enfermedad.
El estudio, liderado por neurólogos del Hospital Universitario de Bellvitge, el Instituto de Diagnóstico por la Imagen y la IDIBELL, ha sido posible gracias a la estrecha colaboración entre el Servicio de Radiodiagnóstico y la Unidad de Esclerosis Múltiple. Esta colaboración ha buscado mejorar el diagnóstico por imagen en esclerosis múltiple y ha dado frutos con el descubrimiento de este nuevo biomarcador.
Las lesiones de sustancia blanca cerebral conocidas como lesiones de «ribete de paramagnètic» podrían ser los biomarcadores de la forma progresiva de la enfermedad. Sin embargo, su detección es complicada y requiere técnicas avanzadas de imagen. Gracias al uso de imágenes ponderadas en T1 tridimensional, ahora se puede detectar y cuantificar de manera sencilla y objetiva estas lesiones.
Este descubrimiento representa un avance significativo en el diagnóstico temprano de la esclerosis múltiple y podría mejorar los tratamientos existentes. Hasta hace poco, no había terapias efectivas para los pacientes con la forma progresiva de la enfermedad, pero recientemente han aparecido nuevos tratamientos que podrían ser beneficiosos.
Sin embargo, se necesitarán futuras investigaciones para confirmar y desarrollar los resultados del estudio. Se espera que estos biomarcadores de uso sencillo puedan ser utilizados de manera generalizada en la detección y tratamiento de la forma progresiva de la esclerosis múltiple.
Este descubrimiento, realizado por los investigadores del Hospital Universitario de Bellvitge, es el resultado de años de trabajo y dedicación en la búsqueda de mejores tratamientos para la esclerosis múltiple. Su aplicación clínica está aún en desarrollo, pero se espera que pronto pueda beneficiar a los pacientes y mejorar su calidad de vida. Por lo tanto, este hallazgo marca un hito importante en la investigación de la esclerosis múltiple y su impacto en la sociedad podría ser significativo.
