Ciencias

Cambio climático: estos bosques franceses que ya no absorben carbono

Una situación paradójica. Los bosques franceses se están convirtiendo en fuentes de carbono en lugar de sumideros que lo almacenan. De hecho, tradicionalmente, los bosques retienen el CO2 atmosférico y contribuyen así a la lucha contra el calentamiento global. Pero este «papel ahora está amenazado», advierte la Academia de Ciencias en un informe titulado “Los bosques franceses ante el cambio climático”.

Los bosques, que representan casi un tercio de la superficie de la Francia metropolitana, están perdiendo gradualmente su capacidad de almacenamiento de carbono. En 2015 absorbieron casi 53 millones de toneladas de CO2 al año. Para 2020, esa capacidad se ha reducido a alrededor de 32 millones de toneladas de CO2 por año. Esta menor capacidad de absorción de los bosques franceses se debe a la mortalidad natural, que aumentó un 54 %, las extracciones un 20 % y una caída de la producción biológica neta un 10 % entre 2005-2013, detalla el informe de la Academia de Ciencias.

Olas de calor y sequías, impulsoras del cambio

“Como era de esperar, las olas de calor y las sequías están impulsando este cambio”, explica Sophie Leguil, ecologista independiente. De hecho, Francia está experimentando sequías de verano más frecuentes e intensas, lo que lleva a un mayor riesgo de incendios forestales.

Y las zonas forestales que sobreviven a estos episodios climáticos no salen ilesas. “La falta de agua provoca paradas tempranas en el crecimiento de los árboles -a veces durante varias semanas- y en la fotosíntesis, lo que conduce a una importante reducción de la productividad, del crecimiento anual y, en última instancia, del sumidero de carbono”, explica la Academia de Ciencias.

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«La sequía también los hace menos resistentes al frío, a las enfermedades, a los ataques de plagas…», añade Sophie Leguil. La prevalencia de los bosques de monocultivo, con el 50% de los bosques franceses en una sola especie, también aumenta su vulnerabilidad.

En este contexto, los árboles están experimentando un exceso de mortalidad sin precedentes. Además de los incendios que diezman los bosques, hay más talas preventivas en los bosques existentes, como en el caso de los abetos roídos por los escarabajos (una gran familia de insectos). Además, las plantas jóvenes se ven afectadas y tienen tasas de mortalidad sin precedentes del 38%. Como resultado, la huella de carbono neta de los bosques franceses es de 10,8 millones de toneladas de CO2 al año, según la Academia de Ciencias.

Revisar los objetivos del gobierno

Esta conjunción de factores afecta de manera desigual a los territorios franceses. “Algunas regiones son más sensibles al calentamiento global y sus consecuencias, según la naturaleza del suelo”, explica Sophie Leguil. Este es particularmente el caso en Grand-Est, donde los bosques ahora son fuentes de carbono y ya no son sumideros que lo almacenan desde 2017. Varios factores explican esta situación, indica en un tuit Philippe Ciais, investigador de la Academia de Ciencias y compañía. – autor del informe.

Otras regiones francesas están experimentando la misma suerte, como Hauts-de-France y Borgoña. La capacidad de absorción de los bosques de Bretaña o Auvergne-Rhône-Alpes también se reduce drásticamente. “La única región donde los sumideros de carbono no están en declive es Occitania”, subraya Philippe Ciais.

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Este hallazgo es una mala noticia para la Estrategia Nacional Baja en Carbono (SNBC) de Francia. De hecho, el gobierno ha hecho de los bosques franceses la piedra angular de su plan para lograr la neutralidad de carbono para 2050. Pero “los objetivos del gobierno en la lucha contra el cambio climático no se pueden cumplir y deben revisarse”, lanza el estudio de la Academia de Ciencias.

El informe recomienda revisar “las proyecciones teniendo en cuenta los cambios recientes en el balance de carbono forestal”. La Academia recomienda, en particular, plantar “una mezcla de especies mejor adaptadas a un clima más cálido y seco” o crear mecanismos financieros para remunerar los servicios que brindan los bosques. Se espera que el gobierno presente su nueva hoja de ruta de SNBC para este verano. Queda por ver si tendrá en cuenta las recomendaciones de la Academia de Ciencias.

Prudencia Febo

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