Este miércoles, Julian Assange habrá pasado 1.000 días en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, cerca de Londres. El fundador de WikiLeaks fue detenido luego de que Ecuador suspendiera su derecho de asilo el 11 de abril de 2019. Un estatus que le permitió buscar refugio durante siete años en la embajada de Londres. Mil días después, el australiano de 50 años, que solo tiene una hora al día fuera de su celda, sigue viendo deteriorada su salud. Incluso sufrió un «microictus» a fines de octubre, en medio de una batalla legal por su extradición del Reino Unido a Estados Unidos, donde enfrenta hasta 175 años de prisión. El Tribunal Supremo británico finalmente anuló, el 10 de diciembre, una decisión dictada el 4 de enero de 2021 por Old Bailey, a la que se opuso por motivos de salud.
Ante este intolerable encarcelamiento, que convierte a Reino Unido en el quinto país de Europa que más encarcela a periodistas, junto a Turquía, Rusia, Azerbaiyán y Bielorrusia, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reiteró su propuesta de asilo. “Creemos que el gobierno de Estados Unidos debe actuar con humanidad. Assange está enfermo y sería una muestra de solidaridad permitirle recibir asilo en el país. »
Si Assange ha recurrido al Tribunal Supremo, su pareja Stella Morris denuncia la implacabilidad de Estados Unidos y Reino Unido en este caso, y pidió este martes retirar la orden de caballería de Tony Blair que el ex primer ministro responsable, junto con Washington, de la invasión de Irak y por los crímenes de guerra cometidos por soldados británicos, revelados por WikiLeaks en 2010, acaba de recibir: “Uno defiende la verdad, el otro encarna la mentira. » 550.000 personas ya han firmado una petición para que le quiten este título.
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